MEXICO
Clara Porset Dumas:
Clara Porset Dumas es considerada una de las más destacadas diseñadoras mexicanas del siglo XX, a pesar de haber nacido en Matanzas, Cuba el 25 de mayo de 1895, vivió y trabajó en México la mayor parte de su vida y su legado es hoy parte fundamental de la historia del diseño nacional.
Descendiente de una familia acomodada, Porset siempre tuvo interés en el diseño y las manualidades, y gracias a la posición familiar tuvo acceso a una educación internacional que influyó enormemente en sus diseño.
Entre 1914 y 1918 realizó sus estudios secundarios en Manhatanville Academy en Nueva York. A su regresó a Cuba se encontró con que su familia enfrentaba una frágil situación económica ; con mucho ahínco, comenzó a realizar diversos trabajos que le permitieron costearse algunos cursos de estudios técnicos de arquitectura y diseño. En 1925 volvió a Nueva York para cursar el bachillerato en Artes en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Columbia, esta estancia le abrió los ojos y terminó por convencerla que el diseño sería su vida. Entre 1928 y 1931 viajó a París para estudiar arquitectura y diseño de muebles al taller del arquitecto Henri Rapin y su pasión fue tal que su tiempo libre lo dedicó a asistir como oyente a cursos sobre historia de la arquitectura, historia del arte y teorías de la arquitectura en la Escuela de Bellas Artes. Tomó también un curso sobre estética en la Sorbona y otros sobre arte en el Museo de Louvre. Aprovechó los veranos para recorrer diversos puntos de Europa como Francia y a España, Italia, Suiza, Bélgica, Holanda e Inglaterra y empaparse de la arquitectura y el diseño de aquellos países.
Para 1932 volvió a La Habana dando inicio a su trabajo profesional como diseñadora de muebles para residencias, clubes, hospitales y escuelas. A través de su obra y diversas conferencias y artículos, introdujo en Cuba el nuevo concepto de arquitectura y mueble. Colaboró en la revista Social buscando divulgar las nuevas vertientes de la profesión. Su compromiso y la contundencia de su propuesta se vio reflejado en una ponencia que leyó el 22 de mayo de 1931 en el Auditórium de La Habana titulada : "La decoración interior contemporánea su adaptación al trópico" en la que se declaraba en contra del término "decoración interior" ya que no iba acorde al espíritu de la época y proponía cambiarlo por "diseño de interiores" pues en la actividad no hay nada de decorativo sino una "cuestión de perfección de formas y de relación de masas.
En el verano de 1934 llegó a Black Mountain College donde Josef y Anni Albers, -artistas y diseñadores emigrados de la escuela de la Bauhuas- impartían una serie de cursos que sin duda tuvieron una influencia determinante en Porset. Los Albers además, se convirtieron en amigos cercanos de la diseñadora, invitado por ella Josef Albers llegó por primera vez a La Habana (1934) y posteriormente a México donde el matrimonio pasaría largas temporadas.
Consternada por la terrible situación política, económica y social que vivía su país en 1934 Porset se unió al Partido Comunista y en 1935 formó parte del contingente de la huelga general de Cuba, lo que le ocasionaría perder su trabajo en la Escuela Técnica para Mujeres, y que sus clientes le dieran las espalda negándose a darle más trabajo. En 1936 una oferta para sustituir al poeta Carlos Pellicer en la cátedra de Historia del Arte en la escuela de verano de la Universidad Autónoma de México cambiaría el rumbo de su vida.
Al llegar a México, la diseñadora se da cuenta que en el país existe un clima propicio para el desarrollo artístico y la actividad política y se involucra lo mismo con artistas y arquitectos de la época que con grupos de exiliados cubanos, en este grupo esta el pintor Xavier Guerrero con quien se identificó inmediatamente ya que compartían el compromiso político. En 1938 se casó con Xavier Guerrero estableciéndose definitivamente en México donde la pareja comenzaría una interesante colaboración profesional. El pintor, coleccionista y amante de las artes populares introdujo a la diseñadora en las artes populares y el mobiliario tradicional mexicano, que sería la fuente de inspiración de Porset el resto de su vida.
Horacio Duran:
Horacio Durán Navarro (1923-México, D.F., 4 de noviembre del 2009) fue, sin tener los estudios universitarios y los grados académicos correspondientes, un arquitecto, pintor y escenógrafo mexicano, catedrático de diseño industrial desde la década de 1960 en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (donde impartió los cursos del "área de seminarios de la cultura", y donde recibió el nombramiento de profesor emérito), fundador de los cursos de diseño en México (en 1959) en la Universidad Iberoamericana, miembro del Partido Comunista Mexicano, experto en la teoría del diseño y fundador del Centro de Investigaciones de Diseño Industrial (CIDI-UNAM) y de la Escuela de Diseño Industrial y pionero en México tanto del desarrollo del diseño industrial, en el que integró las vanguardias internacionales a la carga cultural mexicana, como del diseño de envases e interiores y en el montaje de exposiciones. Los muebles que diseñó (asientos, muebles de fabricación artesanal, el primer sillón fabricado con casco de plástico reforzado con fibra de vidrio) tanto él como Clara Porset son una muestra de lo mejor del inicio del mueble contemporáneo mexicano. Propuso, también, el diseño de la carrocería de un nuevo coche deportivo que, aunque no se produjo por falta de presupuesto, se habría elaborado en la planta abandonada de Fiat en Ciudad Sahagún.
Fue pionero en el diseño de envase, al preparar una línea completa de perfumes, y pionero en diseñar y montar exposiciones. También lo fue en el diseño de interiores, donde su entusiasmo lo llevó no sólo a integrar los acabados arquitectónicos y diseñar los muebles, sino a diseñar y producir celosías, cortinas e incluso tapetes.
Y si la práctica hace al maestro, a Durán no sólo lo hizo un buen diseñador, sino también le permitió navegar sin problemas en la transdisciplina, pues del diseño de interiores pasó al diseño arquitectónico cuando un cliente satisfecho le preguntó “¿usted puede hacerme mi casa?” y Horacio le contestó, con su costumbre de no saber decir no, un afortunado sí por respuesta. A partir de ese momento desarrolló muchos proyectos arquitectónicos exitosos.
Hoy, la colección de muebles diseñados por él, principalmente asientos –sillas y sillones– son una muestra de lo mejor, junto con la obra de Clara Porset, del inicio del mueble contemporáneo mexicano, y un importante antecedente para el surgimiento de la profesión del diseño industrial en México, ya que si Horacio logró afortunados resultados en muebles de fabricación artesanal, también lo hizo con el primer sillón fabricado con casco de plástico reforzado con fibra de vidrio, pensado para producirse industrialmente y ofrecerse al comprador en diferentes opciones formales.
Horacio realizó una gran cantidad de diseños para casa habitación, oficinas y espacios públicos, siempre renovando formas y conceptos y dejando satisfechos a sus clientes. Muchas personas en Ciudad de México, seguramente usaron alguno de sus asientos diseñados para algún restaurante, o disfrutaron de un buen sillón, también concebido por él, en la casa de los amigos, pues durante varios años su trabajo se multiplicó y sus diseños se hicieron presentes en diferentes ámbitos.